Granada, casi como toda Andalucía, vive fundamentalmente del turismo. La capital, con la Alhambra por bandera, hace de su pasado un patrimonio económico difícil de igualar. Su futuro, sin embargo, más que a la retaguardia, quiere ir a la vanguardia. A la vanguardia tecnológica. Dos proyectos: el acelerador de partículas Ifmif-Dones y conseguir convertirse en sede de la Agencia Española de Inteligencia Artificial. Esas son las bases sobre las quiere construir su nueva posición a nivel nacional e internacional.
Las obras en Escúzar, la localidad de la provincia granadina que aspira a albergar el acelerador, ya han comenzado. El municipio, perteneciente a lo que conocemos como España Vaciada, debería de acoger, si nada se tuerce uno de los proyectos más importantes, no solo para Granada, sino para toda Europa. La parcela albergará el IFMIF-DONES, ya que es la única y la mas decidida candidata a ello, según se deduce en los últimos tiempos. Una de las tres patas del proyecto para conseguir poner en pie la fusión nuclear como energía.
La UE, involucrada en él desde un inicio, apuesta por Granada. Grosso modo, mientras que en la localidad francesa de Cadarache se encuentra el ITER, donde se experimentará con la fusión para demostrar su rentabilidad, y DEMO, aún sin lugar específico y que probaría si es posible producir electricidad con ella, el Ifmif-Dones es la clave. Aquí, en Granada, se crearían los materiales que esa posible nueva fuente de energía necesitaría para resistir su flujo y, básicamente, funcionar como tal.
La relevancia internacional del proyecto, teniendo en cuenta esto pone a la provincia en el mapa. Su papel será clave y el ecosistema que creará alrededor es de una envergadura todavía difícil de asumir para cualquier granadino. Cientos y cientos de puestos de trabajo, la mayoría cualificados. Físicos, ingenieros…todo sin contar los puestos de trabajo indirectos.
La apuesta tanto de la Junta como del Estado es clara. Desde el Gobierno, 700 millones de euros es el compromiso adquirido. Desde la Junta, solo en la última inversión a la UGR, se han dado 10,4 millones de euros. Todo es poco para un proyecto cocinado a fuego lento, pero cuyo futuro vale el esfuerzo.
La Agencia, la otra punta de lanza
Mientras parecía haberse olvidado la influencia del Ifmif-Dones para el devenir de la provincia si todo sale como se espera, Granada pugna por poner la guinda al pastel. La Agencia Española de Inteligencia Artificial, de nueva creación y que reglará los usos de una de las tecnologías más vanguardistas en la actualidad, busca sede.
No podrá ser en Madrid, puesto que forma parte de las instituciones que el Gobierno quiere descentralizar. Financiada en buena parte por dinero europeo, es ‘un caramelo’: cientos y cientos de puestos de trabajo, todos cualificados y una presencia internacional para atraer empresas multinacionales cuya única comparativa al sur de España está Málaga.
Esto, que en un principio podría restarle punto a la candidatura granadina, no hace más que alzarla. El ecosistema andaluz crecería, se fortalecería entre sí, aparecerían las famosas «sinergias» y Granada, que apunta «a estar de moda» según indican los expertos, sería la que más se aprovecharía de ello.
Las empresas ya han llegado de alguna manera. Google, Indra, T-Systems, Fujitsu… la lista se agranda mes a mes. El Ayuntamiento quiso sacar pecho de esto mismo el lunes. Más de medio centenar apoyar a Granada como sede de la Agencia. Enfrente, Valencia, la última en apuntarse a la carrera; Aragón, también en el vagón de cola; o Galicia, cuyo potencial si es comparable con el granadino pero cuya atracción privada es mucho menor por el momento, se disputan la victoria.
El apoyo institucional de la Junta, avisan también los expertos, será clave, toda vez que el consistorio granadino lo cogió como bandera hace ya un año. Se trata de una cuestión política, avisan estos mismos expertos, pero la lógica dice que la solidez de Granada debería imponerse.
Su verdadera razón: la Universidad. La misma que se coloca cada año entre las 300 mejores del mundo según el ránking de Shangai, y que, con prudencia pero con esperanza, puede llevar a un verdadero cambio de paradigma a la provincia. Las previsiones son golosas: hasta un 15% del PIB puede depender del sector tecnológico Granada en un futuro de salir si todas las quinielas que por ahora lidera acierta.